Es increíble lo rápido que pasa el tiempo cuando tenemos un recién nacido en casa. Poco tiene que ver el peque impasible que nos conquistaba en sus primeros días de vida con el risueño y atento bebé que empieza a descubrir el mundo con tan solo unos meses.
En la maternidad todo son etapas. Desde que abre los ojos por primera vez y le damos la bienvenida en casa, todo en su vida se convierte en cambio y evolución (como la caída del cordón umbilical, el aumento del pelo o sus instintos para agarrar objetos y llevárselos a la boca). Entre esas etapas, una de las que más suele preocupar a los papás es la dentición.
¿Cuál es la razón de tanto quebradero de cabeza? La llegada de los primeros dientes, que suele producirse entre los 6 y los 12 meses, es un trámite que puede ocasionar malestar en los peques. Por eso, es importante prestar atención a los cambios en su comportamiento, para prevenir posibles infecciones y calmar sus síntomas con productos específicos que les ayuden a sentirse mejor, como Oddent Gel Oral Baby, creado para aliviar el dolor y reducir las inflamaciones provocadas por la dentición.
1. Lloros e irritabilidad
Cuando un bebé cambia de forma radical su comportamiento y llora casi sin explicación, lo más habitual es pensar en falta de sueño, hambre o en que pueda estar incubando un catarro. Sin embargo, si coincide con la edad habitual de dentición, todo apunta a que están apareciendo sus primeros dientes y que, por tanto, ha empezado a experimentar cierto dolor. También puede que notemos que empieza a gritar algo más de lo normal o que busca mucho más el consuelo y contacto físico con los papás. Sin embargo, debemos tener claro que es una fase pasajera y que, cuando menos lo esperemos, podremos ver la primera sonrisa (con dientes) de nuestros peques.
2. Noches sin dormir
Con los peques hay que tener claro que los síntomas van siempre encadenados. Si tiene molestias por las encías, le costará más dormir y, por tanto, estará de mal humor a lo largo del día. Notaremos que se despierta más veces durante la noche y que, incluso, nos costará algo más de lo normal calmar sus llantos.
3. Falta de apetito
Este síntoma es también otro de los que están directamente relacionados con la falta de sueño y el mal humor. Al mismo tiempo, es posible que la presión que ejerza el pezón de la madre o el biberón sobre sus encías le provoque más dolor, de ahí que se niegue a comer como lo solía hacer antes. Ocurre lo mismo si hemos decidido iniciar ya la alimentación complementaria (se empieza con ella, comúnmente, entre los 6 y 12 meses), sobre todo con los primeros alimentos sólidos, que pueden resultar también molestos para nuestros peques.
4. Objetos directos a la boca
Morder objetos es un comportamiento muy instintivo. En realidad, lo que suelen intentar es ejercer cierta presión con el objeto en sus encías y aliviar las molestias. Sin embargo, en ocasiones puede generar incluso más irritación, así que es conveniente vigilarlos y procurar que tengan a mano juguetes específicos para la dentición. También es muy frecuente que se lleven sus propias manos a la boca, por lo que es primordial hacer que las tengan siempre limpias y con las uñas cortadas para que no se produzcan infecciones.
5. Aumento de la saliva
Cuando los peques se llevan objetos a la boca, tienden a salivar mucho más. Esto no debería ser un problema, pero, en ocasiones, el exceso de baba y la fricción favorecen la irritación de las encías. Es importante intentar interrumpir ese hábito de llevarse objetos a la boca de vez en cuando, quizás dándoles un poco de agua para refrescarse o buscando otros estímulos como diversos juegos, para que estén más entretenidos.
6. Rojez en las encías
Es el síntoma más claro de la dentición y también el que suele alarmar más a los padres. Se produce por la propia inflamación de los dientes al salir, pero, si no se tiene cuidado, la fricción y la saliva pueden dar lugar a bacterias y pequeñas infecciones. Es importante observar muy bien su estado a diario y, en el caso de que persista la rojez, consultar con un pediatra.
7. Fiebre y mejillas enrojecidas
En ocasiones, la dentición puede provocar algo de fiebre, sobre todo si se produce alguna pequeña infección en las encías. Si no es muy alta y no persiste, no hay que preocuparse, pero, si los síntomas se alargan, es recomendable acudir al médico. También es muy frecuente que sus mejillas se pongan de color rosado y estén un poco más calientes que otras zonas del cuerpo. En principio entra dentro de la normalidad, pero si vemos que nuestro peque siente molestias en la zona, es mejor consultarlo con su pediatra.
Cómo aliviar los síntomas de la dentición en nuestros peques
La dentición es un proceso normal, que todos los bebés pasan y que no debería presentar grandes complicaciones. Es una fase en la que nuestros hijos pedirán mucha más atención, por eso es crucial que pongamos todo de nuestra parte para su cuidado.
Además de revisar con frecuencia su boca, donde poco a poco iremos viendo cómo asoman pequeños dientes incisivos, debemos prestar atención a la evolución de sus síntomas y comprobar si aparecen hematomas, pequeños sangrados o llagas. Para aliviar la sensibilidad excesiva en sus encías, siempre podemos recurrir a productos específicos como Oddent Gel Oral Baby, que se puede utilizar de 3 a 6 veces al día, preferiblemente después de las comidas.
Se trata de un acompañante excelente para los habituales masajes de encías que siempre han ejercido mamás y papás sobre sus peques cuando llegan los primeros dientes. ¿Sus ventajas? Tiene una alta concentración de ácido hialurónico que ayuda a generar una película de protección invisible y resistente. Por otro lado, su formulación también contribuye a reducir el dolor, que es lo que más va a necesitar nuestro peque para poder volver a su rutina de sueño y comidas habitual. Y, por último, puede poner solución a los edemas de las encías y al enrojecimiento, que a veces dan lugar a problemas mucho más serios.
Ahora bien, ¿cuál es la mejor forma de aplicar Oddent Gel Oral Baby? Lo primero que hay que hacer es lavarse bien las manos con agua y jabón, prestando especial atención a las uñas para eliminar toda la suciedad (de hecho, es mejor si tenemos las uñas cortas para minimizar riesgos dentro de la boca del bebé). Suavemente y en un entorno tranquilo, aplicaremos una pequeña cantidad en las encías de nuestros peques después de las comidas y antes de acostarse. Así, nos aseguraremos de que se prolonga la sensación de alivio durante más tiempo. Iremos masajeando hasta que se cree una fina película que cubra toda la superficie afectada y repetiremos el mismo proceso entre tres y seis veces al día (o según necesidad). Poco a poco, notaremos cómo se reducen considerablemente las rojeces, el dolor e, incluso, los llantos repentinos.
Además, como en edades tan tempranas es importante tener en cuenta el desarrollo de posibles intolerancias, Oddent Gel Oral Baby no incluye nada de alcohol, azúcar, gluten, lactosa, parabenos ni lauril sulfato de sodio. Tampoco tiene aromas añadidos, de forma que su sabor neutro no resulta molesto para los peques a la hora de la aplicación.
Una solución sencilla, eficaz y agradable para los bebés, y todo un aliado que hará que nuestro peque se sienta mejor y mucho más aliviado durante los meses que dure la dentición.
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