Una de las partes más fascinante de ser padres es ver cómo nuestros peques crecen y evolucionan. Con los recién nacidos todo es nuevo, todo son experiencias y sensaciones por descubrir y cualquier pequeño cambio en su cuerpo es todo un acontecimiento.
Cuando empezamos a sospechar que sus primeros dientes están a punto de salir, siempre surgen dudas. Al fin y al cabo, la dentición es un momento importante, pero también son meses en los que las molestias de los peques pueden incrementarse.
Hay que tener claro que, como todo en la maternidad, todo es cuestión de ir conociendo las necesidades de tu bebé e ir adaptando los hábitos. Es necesario contar con la información adecuada, mantener la quietud y prepararse para prestar más atención al comportamiento de tu peque mientras van asomando sus primeros dientes. ¿Qué hacer para calmar sus síntomas e irritaciones? Entre otras acciones como las que detallamos a continuación, apoyarse en productos como Oddent Gel Oral Baby, especialmente ideado para aliviar el dolor y reducir las inflamaciones provocadas por la dentición en los bebés.
Antes de nada, presta atención a las primeras señales
¿Tienes la sensación de que tu peque no está de buen humor? De los 6 a los 12 meses hay un momento en el que los bebés se encuentran mucho más irascibles y sensibles, lo que suele coincidir precisamente con la llegada de sus primeros dientes. Si revisamos bien sus encías, seguramente podremos ver cómo empieza a asomar un pequeño punto blanco en la mandíbula inferior, que nos indicará que ha empezado a salir su primer incisivo. Un diente que, en ocasiones, puede ir acompañado de irritación en las encías, hematomas, llagas o pequeños sangrados.
También nos puede dar pistas sobre la dentición ver cómo esta irritabilidad se traslada a otros ámbitos de su día a día. Si se siente molesto, probablemente no dormirá las horas suficientes, estará cansado durante toda la jornada y quizás pierda el apetito. A veces notaremos que grita más y, en otras ocasiones, que solo quiere más contacto con papá y mamá.
Extrema la higiene de manos
La dentición es un período en el que los bebés van a querer llevarse todo a la boca, la mayoría de veces como forma de aliviar el dolor. Lo más normal es que utilicen sus propias manos, pero hay que tener en cuenta que sus encías van a estar mucho más susceptibles a infecciones e irritaciones durante la dentición.
Es importante que, tanto los peques como los papás, extremen la limpieza de manos durante estos meses. Este lavado debe hacerse con un gel suave, que desinfecte nuestras manos y las de los bebés, pero que no irrite su piel ni sea perjudicial si tenemos que masajear sus encías. Por descontado, también tenemos que asegurarnos de que nuestro bebé lleva las uñas cortas para no acumular suciedad y no hacerse daño por accidente.
Usa un gel específico para el cuidado de las encías
No hay nada como combinar un producto de calidad con una práctica de siempre para hacer que nuestro bebé lleve mejor la llegada del primer diente. Oddent Gel Oral Baby es un excelente complemento para los masajes de encías que papás y mamás han ejercido siempre para aliviar el dolor de los peques. Este gel cumple varias funciones: proteger las encías, gracias a su concentración de ácido hialurónico que se adhiere a las encías durante un tiempo prolongado, aliviar el dolor, reducir el edema y promover la reparación con su acción antinflamatoria.
Es una solución que podremos utilizar de 3 a 6 veces al día, o según sea necesario, y que apenas nos llevará un momento aplicar. Solo tenemos que lavarnos bien las manos, coger una pequeña cantidad de gel y extenderla por las encías con un suave masaje hasta generar una fina película por toda la zona irritada. Además, como no contiene aromas, nuestro peque ni siquiera notará su presencia en boca. Y, al mismo tiempo, podemos estar tranquilos porque no contiene tampoco alcohol ni azúcar, gluten, lactosa, parabenos o lauril sulfato de sodio. En apenas unos días veremos cómo se reducen los síntomas de la dentición, como el dolor, la irritación y el enrojecimiento de las encías, pero también notaremos que se minimizan sus llantos y empieza a estar de mejor humor.
Busca juguetes aptos para la dentición
En el mercado se pueden encontrar multitud de juguetes y mordedores aptos para el proceso de dentición. A los peques les gusta llevarse objetos a la boca para ejercer presión y aliviar el dolor, pero cuando esto ocurre suelen generar más saliva y fricción en la boca, lo que puede irritar mucho sus encías. Es importante que busquemos juguetes específicos, de superficie lisa y en materiales blandos. No obstante, si vemos que nuestro peque abusa de los mordedores, también podemos alternar con otros estímulos como juegos o experiencias relajantes, como el baño de la noche.
No comiences la limpieza de dientes demasiado pronto
A pesar de que se pueden encontrar cepillos de dientes aptos para los más peques, que son muy suaves y agradables, no conviene comenzar la limpieza de dientes desde que aparece el primer diente. Lo más conveniente es llevarlos por primera vez al dentista para que nos aconseje sobre el momento adecuado de empezar, pero tomaremos como referencia los 8-12 meses como el momento óptimo para empezar (siempre y cuando sus dientes se hayan ido formando). No es recomendable, por tanto, usar cepillos de dientes en la dentición porque las encías se encuentran en un momento muy susceptible a las irritaciones.
Nunca recurras a antinflamatorios de adultos para aliviar su dolor
Las viejas creencias decían que se podían utilizar pequeñas dosis de antinflamatorios de adultos para masajear las encías y aliviar su dolor. No se debe recurrir a estos hábitos, sobre todo porque en las farmacias se encuentran productos específicos para edades tempranas, como Oddent Gel Oral Baby. Los medicamentos de adultos no son los idóneos para su salud, así que es importante ir a lo seguro y recurrir siempre a los aptos para bebés, que son los que siempre recomiendan los pediatras.
Utiliza alimentos fríos e hidrata continuamente su boca
Una buena forma de aliviar los síntomas de la llegada del primer diente es ofrecerles alimentos fríos, pero siempre con moderación. Podemos cortar un trozo de fruta, como un gajo de mandarina o un poco de melón para que se entretenga mordiéndolo y se alivien los síntomas de hinchazón en las encías. Tampoco queremos generar malestar con productos demasiado fríos, así que, si tienes la fruta en la nevera, intenta dejarla fuera durante una hora para que el contraste de temperaturas no sea tan fuerte.
También podemos hidratar su boca a lo largo de todo el día para evitar la salivación en exceso, que muchas veces es culpable de la fricción e irritación de las encías. Un poco de agua cada cierto tiempo es perfecta para salir de la rutina de morder y babear durante la dentición, pero también para mantenerse hidratado e ir adquiriendo un hábito que agradecerá toda su vida.
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